Julio César Chávez es una de las figuras culturales y deportivas más grandes que tiene México y hoy está de fiesta por sus 60 años. Inevitablemente me lleva a recordar la grata experiencia cuando conocí al gran campeón mexicano.
Soy un aficionado como cualquiera que crece desde muy chico enamorado del deporte. Soñando con involucrarse de una u otra manera puesto que el pugilismo es mi pasión.
10 años atrás no tenía idea de lo sumergido que iba terminar en ello. De ser un fanático a tener una exclusiva con el ídolo de millones, entre ellos el mio.
A principio del año 2020, el proyecto de GDP era apenas un espacio en ascenso que se posicionaba en el gusto de la comunidad boxística. Al mismo tiempo se anunciaba un evento especial que presentaba a manera de exhibición a Chávez vs Travieso Arce en la capital sonorense, mi ciudad natal.
Rápidamente comencé a realizar las gestiones pertinentes y con la ayuda de Rafa y Diego Soto (promotores de la localidad) se concretaba la oportunidad en un parpadeo..
¿Cómo fue mi experiencia con Julio César Chávez?
He tenido la oportunidad de estar cerca de Julio César Chávez en distintas ocasiones, incluso antes de tener la oportunidad de realizar aquella entrevista pero ninguna experiencia se compara con tener un mano a mano (en el papel de un aficionado) con el gran campeón mexicano.
Sin experiencias previas en entrevistas, con cámaras, reflectores o mismos boxeadores, Julio fue el primer grande con el que tuve la oportunidad de establecer platica y se portó con madres.
Tras algunas horas de adaptar un set, pruebas de audio y video. Julio llegó al hotel donde ya lo esperaba junto a mi prometida y equipo de trabajo. Primero tomó asiento junto a su familia en una mesa de aquel lujoso restaurant en la capital sonorense para posteriormente entrar al sitio donde íbamos hablar.
Una ola de humo por tabaco rodeaba la atmosfera producto de mis nervios por conversar con alguien que es reconocido a nivel mundial. No obstante, había estudiado tanto sus respuestas y personalidad que sabía perfectamente bien como se iba desenvolver.
Al momento de tomar asiento y instalar micrófonos, comenzamos a conversar fuera de cámaras. Julio se dirigía a mi como “wey” y utilizaba tonos amigables, el hielo se había derretido al instante.
Me dijo que dos noches antes de venir a Hermosillo en la semana de la exhibición, había estado jugando basket con el Omar y que tirando se había tironeado el tobillo. Estaba pensando en cancelar la función.
Una tarde antes su doctor había hecho una maravilla y ese día pudo realizar entrenamientos sin molestia, que “como sea me la iba aventar” pero que definitivamente “ya no estoy para estoy para estos trotes”.
Campeones mundiales (Ep 5): La entrevista exclusiva con Chávez
Esto fue lo que pasó en el restaurant Quiriego de la ciudad de Hermosillo el día 5 de marzo de 2020
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Al final de la charla, Julio se puso de pie para tomarse fotos y firmar guantes para todo el equipo. Chávez está tan acostumbrado a la fama que para él hace muchos años es parte de la vida cotidiana.
La leyenda del boxeo mexicano lo ha sido por tantos años que ha tenido más tiempo de recuperar el piso que de perderlo. Hoy en día vive una vida de sobriedad con excesos de familia y trabajo.
A veces me pregunto como sería nuestro deporte si no fuera Julio César Chávez, el tipo con más respeto en todo México y a la vez más sencillo que alguien con esa aura pueda tener.
Felices 60 años al ídolo de millones y a uno de los seres más extraordinarios que he tenido el honor de conocer.
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