En el año de 1992, Julio César Chávez plasmó una de las rivalidades más mediáticas dejando una huella que hasta la fecha persiste.
El gran campeón mexicano por fin iba enfrentar a Héctor Camacho en un pago por evento que convirtió al país completo en una locura total.
La época del PPV estaba en su máximo esplendor y con la idolatría en su máximo esplendor el presiente Salinas abrió la señal para que todos los mexicanos pudieran presenciar.
El Macho habló hasta por debajo de la lengua, las provocaciones el puertorriqueño eran constantes y la paciencia del César parecía terminarse
Los mejores momentos de Chávez y Camacho al mismo tiempo
Julio llegó a la reyerta con una impresionante marca de 81 victorias sin derrota mientras que Camacho entraba al tiro con 40 triunfos y solo 1 empate.
La expectativa estaba a tope por el impactante récord combinado de 121 victorias y hasta entonces, ninguno había siquiera visitado la lona.
Como sede del evento tenía que ser Las Vegas, el Thomas & Mack Center albergó la pelea donde se iba exponer el cetro mundial de peso super ligero por parte del consejo mundial de boxeo.
El desarrollo del combate por ambos lados
Apenas sonó la campana y se soltaron los chingados por todos lados con el mexicano haciendo valer su calidad y aterrizando los puños.
El Macho empezó desplegando un plan elusivo con tal de mantenerse fuera de rango pero no tardaría mucho el gran campeón mexicano en alcanzarlo.
Durante la primera mitad Camacho soltaba las manos a distancia y por lapsos conectaba pero el concierto de Julio se escuchaba cada vez más fuerte por toda la arena.
La capacidad del gran campeón para tapar las salidas y mermar las cualidades de un estilista con incesante golpeo al cuerpo dio resultados temprano
Para la segunda parte Chávez estaba decidido a convertir el concierto en un recital orquestado por el cuero de sus guantes estrellándose en el rostro del boricua.
El viento se llevó las palabras de un gran peleador que aquella noche no pudo sostener lo que dijo con los puños.
El desenlace y el significado de esta pelea para México
Con el rostro severamente dañado, Camacho se mantuvo valientemente de pie los 12 asaltos pero con el orgullo arrastrado por no poder sostener lo que tanto había hablado.
La decisión unánime era inminente para Julio César Chávez que retenía su campeonato ante un rival con trayectoria Hall of Famer.
A principios de los 90’s estos dos grandes se encargaron de incendiar la rivalidad entre México y Puerto Rico. Un combate que paralizó de manera dramática a dos naciones con una tradición boxística exquisita.
Esta victoria fue la numero 82 en el hasta entonces récord invicto de Chávez. El más grande de los 5 ídolos del pugilismo azteca que siempre querido por la gente.
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