Artur Beterbiev, un boxeador conocido tanto por su destreza técnica como por su agresividad en el ring, ha compartido un intrigante aspecto de su preparación previa a las peleas que lo ayuda a mantener su ventaja competitiva.
Aunque a menudo es percibido como una “bestia” dentro del cuadrilátero, el campeón unificado insiste en que su ferocidad es el resultado de una estrategia bien planeada y no de su verdadera personalidad.
Una de las tácticas más sorprendentes que emplea el ruso es la privación de comida antes de un combate.
“Dejo de comer tres días antes de la pelea. Eso me hace enojarme más y más y más”. revela Beterbiev.
Según él, esta sensación de hambre física se convierte en un catalizador para su hambre de victoria.
Artur Beterbiev explica que cuando consume alimentos, se siente más tranquilo y amable, lo cual no es la mentalidad que busca para sus combates.
“Si como, eso me hace ser más amable, y no quiero ser amable. Quiero tener hambre, porque así es como me convierto en una bestia”, afirma.
Esta privación deliberada no solo afecta su estado físico, sino también su estado mental, permitiéndole subir al ring con una mentalidad feroz y decidida.
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¿Qué saca Artur Beterbiev, aparte de no comer en 72 horas?
Este enfoque no solo ha mejorado su rendimiento físico, sino que también le brinda una ventaja psicológica sobre sus oponentes.
La capacidad para transformar su hambre en un arma formidable es una parte integral de su éxito y lo ha consagrado como uno de los boxeadores más temidos de su generación. No es solo fuerza bruta, sino una preparación mental y emocional meticulosa que le permite dominar el ring.
En resumen, la transformación de Artur Beterbiev en el ring es un proceso complejo que combina tanto su destreza técnica como su capacidad para manejar su agresividad.
La privación de comida antes de un combate es una táctica que le permite mantenerse hambriento en todos los sentidos, convirtiéndolo en un rival realmente formidable.
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